-Ley Sabina con amplias posibilidades de ser aprobada en parlamento de Ciudad de México, epicentro del debate
-No se trata de una guerra ni venganza contra los hombres, sino de justicia hacia las mujeres y las infancias violentadas
-Derechos de niños y niñas continúan violentadas ante falta de voluntad política
En Oaxaca, la falta de voluntad política, la red de complicidades así como los pactos patriarcales han sido los principales obstáculos para evitar que las infancias sean violentadas advirtió Diana Luz Vásquez Ruiz de Las Constituyentes quien pidió al gobernador electo Salomón Jara Cruz una selección minuciosa de hombres y mujeres que no contrate a “deudores alimentarios”.
“Encontramos en un proceso de campañas a gobernador y en su momento a gobernadora a personajes que siendo deudores alimentarios, agresores, violentadores andaban en las tribunas de las y los candidatos, eso es lamentable”.
Aunque se limitó a dar nombres, por seguridad ante las amenazas que ha recibido de manera directa, sostuvo que a través de los tendederos y los señalamientos de las propias mujeres se han dado a conocer a un sin número de deudores alimentarios.
Por lo que reiteró su petición al gobernador electo a un proceso con conciencia, con reflexión de los hombres que van a integrar su gabinete y también mujeres, porque existen algunas en proceso de violencia política.
Diana Luz Vásquez Ruiz, quien busca que la Ley Sabina sea una realidad expuso que a nivel nacional se impulsa la 3 de 3, para que ningún funcionario sea deudor alimentario, agresor sexual o violentador político “y con Ley Sabina ningún agresor ocupe un cargo”.
La activista explicó que se continúa en la construcción del marco legislativo que dé un piso parejo para evitar la violencia a las mujeres e infancias.
Reconoció que en esta lucha el camino ha sido sinuoso ante las elites de poder debido a la normalización de la violencia “cabe recordar el asesinato de nuestra compañera Cecilia Monzón en Puebla, el deudor alimentario exsecretario General de Gobierno, estamos hablando de deudores alimentarios como Enrique Peña Nieto quien era presidente de la República y deudor alimentario de ese nivel han estado normalizadas las violencias”, refirió.
Insistió en la red de complicidades que se ha creado desde los altos niveles de poder que han generado que los jueces y juezas pacten, como un modus vivendi, con el deudor alimentario quienes ocupan cargos en la política, son empresarios, líderes sociales entre otros.
“Tenemos una red de complicidades tremendas y por supuesto que nos arriesgamos desde mi persona si decir que no quiero ser mártir de ninguna causa, necesito vivir por mi hija y espero poder culminar esta faceta, esta parte de un activismo que ha surgido del corazón y una lucha propia con una ley”, recalcó.
Dejó claro que no se trata de una guerra y una venganza contra los hombres sino de justicia ante las violencias contra las mujeres.
