También los 25 municipios que hoy se ven severamente afectados y que depositan sus desperdicios en ese lugar en cuatro décadas no se preocuparon por conseguir otro terreno para el relleno sanitario.
En el periodo como edil de la ciudad de Oaxaca de Juárez de José Antonio Hernández Fraguas trabajaron en un proyecto para la construcción de una obra y habían conseguido un terreno en Santo Tomás Jalietza.
Sin embargo, nunca lograron ponerse de acuerdo y las buenas intenciones de Fraguas se quedaron solo en eso, en buenas intenciones.
Posteriormente ya en el sexenio de Alejandro Murat Hinojosa la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable, habían apalabrado un terreno en San Martín Tilcajete, tampoco prosperó y siguió pasando el tiempo.
Ningún municipio quiere la basura de otros pueblos, de ahí la importancia de que trabajaran en un proyecto de relleno sanitario de la más alta tecnología, pero ninguna autoridad federal, estatal y municipal han querido invertirle.
El vapuleado ex secretario de Semaedeso, José Luis Calvo Ziga presentó, en ese entonces, un acuerdo de inversión con el municipio de Oaxaca de Juárez y la Secretaría por $175.8 millones de pesos para la construcción del Centro Integral de Residuos Sólidos, con lo que se atendería más del 25 % de los residuos que genera el Estado, el cual era un proyecto sustentable, ejemplo para el país ya que en 38 años no se atendía correctamente, y beneficiaría a 30 municipios.
Tampoco se concretizó.
Ya reventó el problema y la única solución que se ve de inmediato es la separación de residuos sólidos, no hay más, aunque ello afectará a 200 familias de pepenadores que viven de ese trabajo, es el único sustento que tienen al recolectar residuos reciclables para venderlos.
Imagínense la magnitud del problema que tenemos, si en el basurero de Zaachila se depositan 850 toneladas diarias en 17 hectáreas que ya genera impactos negativos al medio ambiente, pero sobre todo a los colonos que viven alrededor, insisto, que llegaron como paracaidistas auspiciados por líderes como los de la organización “14 de junio”.
Pues bien.
Ante la gravedad y urgencia de encontrar solución, al menos el municipio de Oaxaca de Juárez informó que implementaron un programa para la separación y reciclaje de la basura orgánica e inorgánica, que no lo tienen, y dispusieron de 10 rutas en la capital oaxaqueña donde pasará el camión recolector para llevarse los desechos orgánicos hacia el vivero municipal donde van a generar compostas para parques y jardines.
Y a través de videos piden a la ciudadanía no sacar la basura a las calles, que separen los residuos orgánicos e inorgánicos es el llamado urgente que hacen, porque solo unidos gobierno y ciudadanía van a poder solucionar una problemática a la que nunca le dieron importancia y hoy se tienen las graves consecuencias.
En los casos de Santa Cruz Xoxocotlán, en este municipio no se tiene ese programa de separación de residuos sólidos, aunque el edil Inocente Castellanos acudió a la reunión con sus homólogos al municipio capitalino, hasta el momento no ha informado qué alternativas emergentes van a implementar, lo mismo que Santa Lucía del Camino por mencionar algunos.
Pero la gente hace caso omiso a los llamados de las autoridades y la basura se observa en las calles, hasta donde llegan los canes y roedores en busca del alimento, y en qué momento, en plenas fiestas de la Guelaguetza 2022, donde Oaxaca nuevamente le dará vuelta al mundo con la crisis de la basura.
Las mejores fotos son de la basura en las calles, de la porquería que hay en la Central de Abastos.
Será todo un proceso que llevará su tiempo reeducar a la ciudadanía para que separen su basura, no será tarea fácil, pero por algo tenemos que empezar en lo que se encuentra una solución definitiva.
Por lo pronto, Oaxaca les da la más cordial bienvenida a los turistas nacionales e internacionales a disfrutar de la ¡Guelaguetza de la Basura 2022!